martes, 24 de febrero de 2009

La Base de la Pirámide

El Instituto de Estudios para la Sustentabilidad Corporativa (IESC) está trabajando en el Laboratorio de la Base de la Pirámide, proyecto cuyo objetivo es erradicar la pobreza mediante la creación de mercados aún no desarrollados por las empresas.
El Laboratorio, el primero en Sudamérica, es realizado en asociación con la Johnson School of Management (Cornell University, USA) y el World Resources Institute (USA). El por qué las empresas deberían considerar este tema se basa en el crecimiento de la brecha entre pobres y ricos, y en que las necesidades insatisfechas de aquellos que se encuentran en la base de la pirámide de ingresos presentan oportunidades para el crecimiento empresarial futuro y para el desarrollo social mismo.
Según sus creadores, la visión de sustentabilidad podría hacer que las empresas analicen sus estrategias a través de una nueva lente, la de un capitalismo que propicie la inclusión de los sectores más postergados de la población.

Las compañías con habilidades y tenacidad para competir en la base de la pirámide económica tendrán, como potenciales recompensas, crecimiento e importantes ganancias además de realizar una valorable contribución a la humanidad. Para lograr el éxito en la base de la pirámide de ingresos las empresas deben pensar creativamente.
El mayor cambio debe provenir de las actitudes y prácticas de los ejecutivos. Porque a menos que los CEO y líderes de negocios “confronten” sus propios preconceptos, las compañías no pensarán en los mercados de la base de la pirámide. La base de la pirámide, -designación socioeconómica para los 4.000 millones de personas que viven primariamente en los países en desarrollo y cuyos ingresos anuales per cápita están por debajo de los USD 1500-, ofrece oportunidades para la creación de valor para todas las partes, para el desarrollo sustentable y para el desarrollo humano.
Estos mercados requieren gestionar desafíos substanciales en infraestructura técnica y económica, educación, recursos financieros y diferencias culturales. Las iniciativas dirigidas a la base de la pirámide requerirán una reconcepción importante de la proposición actual de valor para el negocio y un profundo entendimiento de las necesidades locales y de los paradigmas del desarrollo humano.
Es que las estrategias para la base de la pirámide están focalizadas en soluciones “win-win” que abren nuevas oportunidades para la creación de valor para los negocios y expande el horizonte de desarrollo de la pobreza proveyendo bienes y servicios cultural y ecológicamente adecuados.

El Laboratorio de la Base de la Pirámide está integrado por un grupo de compañías, ONG, miembros del gobierno y del sector académico. Pretende potenciar la experiencia y recursos de sus integrantes para cubrir la falta de información y formación que las empresas tienen para desarrollar estrategias exitosas hacia los sectores marginados de nuestra sociedad.

viernes, 13 de febrero de 2009

Biochar: carbón vegetal disfrazado de otro negocio tecnológico para enfrentar el cambio climático

De acuerdo con un número creciente, elocuente y muy bien conectado grupo de científicos, empresarios y lobbyistas profesionales, la mejor y quizá única manera para que la humanidad pueda sobrevivir al cambio climático y resolver la crisis alimentaria y energética consiste en enterrar en el suelo miles de millones de toneladas de carbón cada año.

Al carbón utilizado de esta forma lo llaman “biochar” (en inglés) y afirman que dejará aprisionado el carbono durante miles de años, que el proceso de su producción generará energía, que incrementará grandemente el volumen de las cosechas y que detendrá la deforestación (que de acuerdo con muchos de ellos, es causada principalmente por pequeños agricultores que talan e incendian bosques porque no pueden mantener la fertilidad de sus suelos). Sin importar cuan extrañas e infundadas puedan ser tales afirmaciones, éstas están siendo tomadas muy en serio en altos círculos de toma de decisiones. En la conferencia de 2008 de la Iniciativa Internacional Biochar (IBI, por su sigla en inglés) –el principal foro para la promoción del carbón vegetal con esos fines - el orador central fue el australiano Tim Flannery. Este señor preside el Consejo Climático de Copenhague, el cual está organizando la Cumbre Mundial Empresarial sobre Cambio Climático para mayo de 2009, en la que se plantearán “recomendaciones” de dirigentes empresariales y pro empresariales a la Convención sobre Cambio Climático (UNFCCC).

Numerosos miembros y promotores de IBI tienen también buenas conexiones y capacidad de influenciar en decisiones políticas de alto nivel. La IBI cosechó importantes éxitos en la conferencia del UNFCCC realizada en Poznan. A partir de una propuesta de la Convención contra la Desertificación (UNCCD), el carbón vegetal fue incluido (como biochar) en el “diálogo para el régimen del clima posterior a 2012” (1). A eso se suma que el gobierno de Micronesia propuso que el carbón vegetal debería jugar un rol importante en la mitigación del cambio climático. Es posible que en la próxima reunión de UNFCCC en Copenhague se aprueben formalmente créditos de carbono a partir del carbón vegetal (como biochar) en el marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) para el período posterior a 2012. En caso de que ello sucediera, entonces una declaración hecha por Flannery sobre “biochar” podría resultar cierta: “con la adecuada ... promoción y adopción, cambiaría nuestro mundo para siempre”, aunque seguramente se alcanzaría la conclusión opuesta con respecto a la segunda parte de sus palabras: “y ciertamente para mejor”. (2)

El carbón vegetal es un subproducto de la pirólisis de la biomasa, una forma de producción de bioenergía que, además del carbón, produce dos tipos de combustible: gasoil vegetal y syngas. Ambos pueden ser utilizados para calefacción y energía y también pueden ser refinados en agrocombustibles de segunda generación, es decir, en gasolina para automóviles y potencialmente para aviación. Encaja entonces perfectamente con el impulso a las biorefinerías y plantaciones de árboles para alimentar autos, aunque sin depender de ellos. La pirólisis para calefacción y energía podría despegar rápidamente si se pudieran superar ciertos “obstáculos de mercado”. Si las empresas dedicadas a la pirólisis pudieran ganar dinero mediante la transformación del carbón resultante en fertilizantes patentados (y la garantía de obtener elevadas ganancias de la venta de fertilizantes en vinculación con la expansión de las plantaciones) y si, encima de eso se pudieran obtener créditos de carbono, la industria despegaría muy rápidamente.
Para empresas tales como Best Energies, Eprida, Dynamotive y Biomass Energy and Carbon, lograr la inclusión de este carbón vegetal en el comercio de carbono podría significar la diferencia entre una posible quiebra o, como lo dice Best Energies, “ganar la actual disputa por los combustibles de nueva generación”. (3) Los promotores de IBI difunden una imagen de una futura industria que beneficiará principalmente a pequeños agricultores y otra gente local a través de pequeñas unidades de pirólisis y cocinas para producir carbón. Sin embargo, muchos de sus representantes hacen llamados para objetivos de secuestro de carbón vegetal (biochar) que harían que 500 millones de hectáreas de plantaciones parecieran superficies conservadoras.

El carbón vegetal presentado como “biochar” encaja entonces perfectamente con otras falsas soluciones climáticas basadas en plantaciones a gran escala y en apropiación de tierras, que van desde agrocombustibles a plantaciones de árboles como “sumideros de carbono” y árboles transgénicos. La lógica científica para el “biochar” es aún más endeble que para muchas de esas otras falsas soluciones. Por dañinos que sean, los agrocombustibles pueden al menos hacer mover autos. Por su parte, la incorporación de carbón a los suelos no ha demostrado aún ser capaz de secuestrar carbono o de aumentar por sí misma la fertilidad de los suelos. La “evidencia” de tales afirmaciones se basa fundamentalmente en antiguos suelos de la Amazonía Central, que se formaron hace cientos o aún miles de años atrás, hoy llamados “terra preta” (tierra negra). La terra preta fue creada por pequeños agricultores que, durante muchas generaciones, incorporaron al suelo una mezcla de carbón, compost, huesos animales y de pescado, sedimentos del río, estiércoles y diversos restos de biomasa. No hay evidencia de que se puedan recrear suelos ricos en carbono y fértiles simplemente –o rápidamente- por la aplicación de grandes cantidades de carbón a los campos de cultivo.

Hasta el momento se ha publicado solo un estudio de campo sobre “biochar” en revistas académicas. Los investigadores hallaron que el agregado de carbón al suelo hacía que funcionaran mejor los fertilizantes sintéticos nitrogenados. Sin embargo, el rendimiento de plantas cultivadas con carbón vegetal y fertilizantes mostró ser considerablemente menor que el de aquellas cultivadas solo con excrementos de gallina. Al utilizar solo carbón, el aumento de producción fue nulo después de dos cosechas. Esta es la razón que explica por qué gran parte de la investigación sobre “biochar” incluye un fertilizante compuesto de bicarbonato de amonio, en el que el carbón es solo un componente. Al menos durante ese estudio de corto plazo, la mayor parte del carbón permaneció en el suelo, pero otros estudios indican que ni siquiera eso está garantido. Un estudio llevado a cabo en Kenia mostró que durante los primeros 20-30 años luego de la quema de biomasa, los suelos perdían el 72% del carbono contenido en el carbón. (4)

Resultados iniciales de un estudio de campo en Colombia mostraron que las parcelas con carbón mostraban rendimientos mayores, pero que perdían 60% más carbono del suelo que las parcelas de control luego de dos años. (5) Esto muestra que las afirmaciones de que el “biochar” tiene el potencial de secuestrar carbono a escala de geoingeniería no son más que pretensiones sin fundamento. La presión actual por el carbón vegetal como “biochar” puede ser comparada con la que se dio a los agrocombustibles hacia 2002. Promesas infundadas para resolver la crisis climática y la pobreza de una sola vez mientras que, detrás de bambalinas, un masivo esfuerzo de cabildeo preparaba el camino para la creación de mercados artificiales con apoyo estatal. Hacia fines de este año, el lobby del “biochar” podría tener éxito en lograr su incorporación en el MDL y otros esquemas de comercio de carbono a partir de 2012, posiblemente con “créditos dobles” y accediendo a otros apoyos estatales. Una vez esto esté logrado, sería seguido por grandes inversiones en la industria y por la expansión de plantaciones. Varias empresas indonesias de la celulosa y el papel, el director ejecutivo de la Asociación indonesa de aceite de palma, EMBRAPA en Brasil, la empresa de agronegocios boliviana DESA en Santa Cruz y Shell se encuentran entre las que ya están promoviendo esta idea.

La pregunta es si los grupos y movimientos de la sociedad civil serán capaces de organizarse lo suficientemente rápido como para tener éxito en detener el avance del “biochar” industrial y, en particular, el comercio de carbono vinculado al carbón vegetal como mejorador de suelos. En caso de fallar este año, pronto podríamos encontrarnos luchando contra una nueva ola de apropiación de tierras y contra la destrucción de bosques y otros ecosistemas.

Por Almuth Ernsting, Biofuelwatch, http://www.biofuelwatch.org.uk

Publicado por World Rainforest AllianceReferencias Para información más detallada, ver en particular la sección 4 de “Climate Geo-engineering with ‘Carbon Negative’ Bioenergy”,

www.biofuelwatch.org.uk/docs/cnbe/cnbe.html
www.biochar.org/joomla/index.php?option=com_content&task=view&id=51&Itemid=3 www.biochar-international.org/timflannery.html
www.bestenergies.com/aboutus.html
www.springerlink.com/content/0h15324rrg7k5061/
www.biochar-international.org/images/J_Major_biogeochem.pdf

lunes, 9 de febrero de 2009

Un artícle imperdible d'Oriol Lladó.

L'ecologista acorralat

Malgrat el soroll ambiental, les coses es mouen i el consens social va avançant en la bona direcció
¿Has hagut de sortir de la dutxa tot ensabonat per canviar l'emissora de ràdio, cansat de la competició de cridanera ignorància en la qual s'havien engrescat uns esvalotats tertulians? ¿T'ha estranyat llegir en un diari que els ecologistes representen el nou pensament únic i has corregut a comprovar la correlació de forces al parlament i, sense entendre res, t'has adonat que, en efecte, no se t'havien passat per alt unes eleccions i que tot continua igual? ¿T'has sentit dir que formes part d'una minoria privilegiada que governa obscurament els destins de la gent de carrer (la pobre gent de carrer!) per la boca d'un poderós director de diari que mossega un rotund havà amb les dents mentre dicta editorials i titulars?

¿Et sobta llegir en dos de cada cinc articles les frases "l'ecologisme és una nova religió" i "estem immersos en el totalitarisme del 'bonisme'", mentre penses que si l'ecologisme és una religió tan popular, i realment estem immersos en la dictadura de les bones causes, com és que les emissions de CO2 continuen a l'alça i les muntanyes de residus cada vegada són més altes? ¿Has escoltat gent que deia, en una conversa de cafè, que els petits canvis no importen i seguidament mirava escrutadorament si, en sortir, agafaves el cotxe o la bicicleta com si tu, només per defensar un món més raonable, haguessis de ser una mena de sant immaculat? ¿T'han volgut donar lliçons de 'com funcionen les coses' els mateixos que les han espatllat tant?

¿Algú t'ha dit 'jipiprogre' quan ha vist que t'informaves del consum de la teva futura rentadora, o del teu futur cotxe, a la vegada que et retreia que això era només un 'capritx' de ric? ¿No t'has trobat amb gent que obria la teva nevera i en veure-hi un auster tros de tofú t'ha mirat amb cara de no entendre res tot denunciant en veu alta: però a qui vols enganyar, si a tu t'encanta la carn!? I tu li has respost, amb aplom, "si, em fonc davant d'un bon entrecot, però he decidit reduir-ne el seu consum... vols veure les dades de la petjada ecològica de la indústria càrnica?", li has proposat, mentre aquesta persona et mirava amb condescendència i sense dir-ho et deia: a veure amb què em surts ara?

¿Trobes a faltar les raons dels tècnics i els científics quan es debaten temes relacionats amb el medi? ¿T'has preguntat si seria possible un debat sobre medicina o química sense les veus, i els arguments, de químics i metges; i t'has adonat meridianament que a ningú se li passaria pel cap oblidar-se'ls a la taula? ¿No t'ha semblat que, en els últims temps, hi ha molta gent opinant i massa poca informant i que la conversa s'ha convertit, finalment i tristament, en estèril discussió? ¿Com és que qualsevol proposta de canvi -potser t'has preguntat igualment- es saludada amb un sord cinisme i amb un frívol 'a veure què han fet ara' per un omnipresent exèrcit d'opinadors? ¿No t'ha vingut de gust discutir les polítiques públiques referents al medi -perquè penses que hi ha molt a discutir, i hi ha coses amb les quals no acabes d'estar d'acord-, i has callat, perquè el debat estava tan crispat, o era tan extrem, o era tan esbiaixat, que has cregut que no valia la pena?

T'has fet alguna d'aquestes preguntes en els últims mesos? Ets un 'ecologista acorralat'. Benvingut al club dels cansats que la seva manera de veure les coses sigui convertida en un fàcil i grotesc estereotip. Què és el que hi ha darrera tota aquesta broma i caricatura? Vet aquí el que hi ha: una còmoda invitació al cinisme; això és, a no fer res. Vet aquí el que hi ha, també: la por al canvi, a un món que arriba al final d'un cicle, tot obrint una gran caixa de pandora plena de dubtes i incerteses (d'acord), però també, perquè no?, farcida d'oportunitats.

L'hemeroteca, arribats a aquest punt, és sempre un bon aliat: els que fa uns anys reien del reciclatge ara riuen de la limitació de la velocitat, però ja han incorporat com a 'normal' la separació de residus; i fins i tot els contraris al canvi climàtic, que abans pagaven científics perquè maquillessin informes diuen ara que si, que d'acord, que el canvi climàtic és culpa de l'home, i en tot cas discuteixen percentatges (però cada cop menys el concepte). Els que et deien ingenu quan els parlaves d'un tal Obama, ara es llegeixen amb atenció la seva política de nova economia promoguda com a flamant 44 president del país més poderós de la terra. Tot plegat, i malgrat el soroll ambiental reflectit en les preguntes amb les quals he iniciat l'article, ve a demostrar que les coses es mouen, que el consens social va avançant, malgrat tot, en la bona direcció. Els conservadors i els reaccionaris, que són els dos temps d'una mateixa cosa, van fent la seva des de les grans tribunes de l'opinió general: són els vigilants del castell... Els vigilants d'un castell en runes.

jueves, 5 de febrero de 2009

Un camión hibrido para el 2009?

ArvinMeritor (AM) announced this week that it had delivered a prototype diesel-electric hybrid heavy-truck for an 11-month evaluation by the world's largest retailer Wal-Mart. The plan is for Wal-Mart to put the Cummins-engined class 8 International chassis into regular 'linehaul', ie trunking, service at one of its big distribution centres.

Carsten Reinhardt, president of AM's commercial vehicle systems business, says that while most of today's hybrid systems are "best suited for stop-start applications," the powertrain of the vehicle supplied to Wal-Mart is specifically designed for linehaul trucks.

At speeds up to 77kph, in AM's words, 'vehicle propulsion is delivered entirely through an electric motor with power from lithium-ion batteries.' Above that speed threshold, approaching freeway cruise conditions, 'the drivetrain phases to a diesel-powered system, with the electric motor providing power only as required.'

Many truck powertrain engineers would question AM's implied assertion that a hybrid of any configuration could, at steady cruising speeds, deliver percentage fuel savings - with commensurate emission reductions - comparable to those achievable during urban stop-start running.

Unless Wal-Mart's evaluation truck spends a significant part of its operating time, typically at either end of its trunking runs, in urban areas where there are legislated emission restrictions, it is difficult to envisage the formidable initial on-cost of a hybrid being recouped in fuel bill reductions.